Evaluación de sistemas de traducción automática y post-edición
Machine translation Translation¿Cómo se determina la calidad de los distintos sistemas de traducción automática (TA) disponibles en el mercado y, dependiendo de ella, hasta qué punto es necesaria la post-edición (PE)? Además, cada vez que se pueda recurrir a la TA, ¿ésta siempre resulta conveniente frente a la traducción humana? Se quiere dar respuesta a estas preguntas mediante un análisis de dos aspectos muy relevantes en el mundo de la TA: la evaluación de los sistemas de TA y la PE.
La subjetividad de la evaluación de sistemas de TA
Frente al reciente auge de la TA, la evaluación de los distintos sistemas disponibles en el mercado se ha convertido en una tarea central e ineludible. La premisa que se precisa ante este reto es que, por muchos parámetros que se utilicen para evaluar el sistema en cuestión de la forma más objetiva posible, esta actividad sigue teniendo un componente subjetivo que no se puede ignorar. Dicha característica depende, en primer lugar, del evaluador (ej. investigador, patrocinador, vendedor, programador, traductor, usuario final, etc.) y, en segundo lugar, de su finalidad, la cual puede variar mucho incluso dentro de la misma categoría.
En general, se podría relacionar dicha subjetividad con tres variables: la tarea, el usuario y el texto (Hartley, 2007). En el caso de la tarea, por ejemplo, no se puede evaluar de la misma forma un texto traducido con TA que se desea entender solo a nivel general (assimilation), que se quiere divulgar (dissemination) o que tiene fines comunicativos (communication). Con respecto al usuario, hay que tener en cuenta si el usuario conoce (y a qué nivel) la lengua origen, qué competencia lingüística tiene de la lengua meta y qué dominio posee del tema en cuestión. Finalmente, el texto también puede variar mucho según su tipología y autor. Por lo tanto, a la hora de evaluar un sistema de TA (ej. con SAE J2450 o FEMTI), el contexto es imprescindible: un sistema satisfactorio para alguien puede no serlo para otra persona con un contexto y una finalidad distintos. No existe un único criterio de evaluación: conforme a las necesidades específicas de cada uno, se tomarán en consideración solo los aspectos que resulten relevantes, a los que se aplicará un determinado baremo. Todos estos aspectos subjetivos se traducen en una dificultad considerable a la hora de llevar a cabo una evaluación objetiva. Ya que el mismo evaluador no podrá serlo del todo, cuantos más evaluadores y muestras de texto se tengan, menor será el margen subjetivo de dicha evaluación, aunque esto implica desafortunadamente una gran inversión de tiempo y dinero.
La post-edición
Una actividad íntimamente relacionada con la TA que también hay que considerar es la PE, la cual no debe confundirse con la simple edición. Se puede resumir el vínculo que la edición y la PE tienen con la traducción mediante la siguiente ecuación:
De hecho, mientras que la edición es el proceso de corrección de un texto traducido por un traductor (humano), en 1997, Veale y Way definían la PE como la corrección que un lingüista (humano) hace de un texto traducido con TA. Sin embargo, la PE se convierte en una disciplina solo hace una década, en 2003, gracias a la significativa contribución de Jeff Allen, que también destacaba su estrecha relación con la TA, mientras que su verdadero auge empezó en 2012.
Traducción automática y post-edición frente a la traducción humana
Un factor central de la PE y de la TA es la relación calidad-tiempo. De hecho, la razón de ser de la TA es ahorrar costes mediante el ahorro de tiempo de trabajo y, en su caso, aceptando un nivel de calidad inferior al de la traducción humana. Por esta razón, si la suma de la TA y de su PE no supone dicho ahorro de tiempo y dinero (en términos de presupuesto para el cliente), la TA pierde su finalidad, así como su ventaja frente a la traducción humana. Este concepto se puede resumir matemáticamente de la siguiente forma:
donde T (TA + PE) es el tiempo necesario para realizar una TA y su PE; T (TH) el tiempo que se precisa para una traducción automática; $ (TA + PE) el presupuesto de una TA y su PE; $ (TH) el coste de una traducción humana.
Tipos de traducción automática: inbound y outbound
Una vez que se considere conveniente optar por una TA, la calidad dependerá del objetivo comunicativo y del cliente. Si éste solo quiere entender el contenido general del texto y hacer un uso interno del mismo, ante un presupuesto ventajoso, se conformará con un nivel de calidad incluso mínimo, por lo que la corrección necesaria también será mínima. Según el objetivo comunicativo y el nivel calidad que el cliente requiere, se pueden distinguir dos casos principales: la TA inbound y outbound.
La primera, la TA inbound, incluye tanto la TA sin ningún tipo de PE (translation gisting o translation browsing) como la TA seguida por una PE rápida (Rapid Post-Editing, RPE), que prevé unas correcciones mínimas, finalizadas a eliminar solo los errores más significativos, aunque nunca en términos de estilo, ya que el objetivo es entregar textos meramente comprensibles. Como consecuencia, los textos traducidos con TA inbound tienen un ciclo de vida extremadamente corto.
En cambio, la TA outbound produce textos divulgativos, por lo que la PE, aunque mínima (minimal post-editing), resulta casi siempre necesaria, con muy contadas excepciones (ej. textos con contexto muy limitado y estructuras gramaticales y vocabulario restringidos). Los textos poseen un ciclo de vida más largo gracias a este tipo de correcciones mínimas, más significativas que en la TA inbound y que dependen del público al que va dirigida la traducción. Un último caso de TA outbound es la PE completa (full post-editing), donde se llevan a cabo todas las correcciones necesarias para garantizar una buena calidad.
Peligros de la post-edición
A la hora de post-editar un texto, se corren dos peligros: corregir demasiado o demasiado poco. En general, para uniformar la PE de distintos profesionales dentro de la misma organización, se precisa formación y una métrica determinada (ej. métrica de calidad J2450 de la SAE). Además, para reducir el componente subjetivo de la PE, Emma Wagner, antigua responsable de los Servicios de Traducción de la Comisión Europea, propuso las siguientes pautas generales:
- conservar lo más posible el contenido de la TA;
- no eliminar y volver a escribir demasiado;
- recordar que quizás solo haya que reordenar el orden de palabras ya traducidas;
- no preocuparse de un estilo repetitivo y poco elegante;
- corregir solo los errores más llamativos.
A la luz de las consideraciones expuestas, se puede concluir que la evaluación de los sistemas de TA es una tarea compleja debido a su componente subjetivo y que tiene un fuerte vínculo con la PE, cuya relevancia, en términos de número de correcciones, depende de cada contexto comunicativo. Finalmente, si se requiere una traducción de buena calidad de un texto divulgativo, podrían darse casos en los que la TA deje de suponer una ventaja de tiempo y dinero, por lo que es preferible optar por una traducción humana.
Referencias
Hartley, Tony. MT Evaluation – challenges and techniques. Madrid, 2007.
Rico Pérez, Celia. Post-edición en el contexto de la Traducción Controlada. Madrid, 2013.